En medio de nuestro estilo de vida moderno, casi nunca las personas piensan en poner los pies en la tierra, eso ha provocado que perdemos nuestra conexión con la naturaleza.

¿Alguna vez te has preguntado cómo esto puede afectar nuestra salud y bienestar?

Un fascinante concepto que ha ganado popularidad en los últimos años es  el “grounding” o “conexión a la tierra”.

En este artículo, exploraremos qué es, los sorprendentes beneficios que ofrece para nuestra salud y cómo podemos aplicarlo fácilmente en nuestra rutina diaria.

¿Por qué poner los pies en la tierra?

El “grounding” conocido como “earthing”, es una práctica que se basa en restablecer el contacto directo de nuestro cuerpo con la superficie de la Tierra.

Consiste en poner los pies en la tierra o sobre el suelo natural, como hierba, arena o tierra, o utilizar dispositivos conductores que nos conecten a la energía eléctrica natural que emana del planeta.

Esta conexión eléctrica con la Tierra tiene el potencial de equilibrar los sistemas biológicos de nuestro cuerpo y mejorar nuestra salud en general.

Beneficios del grounding

Aunque pueda sonar como una idea descabellada, la investigación y las experiencias de miles de personas han demostrado que el grounding puede tener beneficios significativos para nuestra salud.

Algunos de los principales beneficios son:

Reducción de la inflamación

Estudios científicos han demostrado que poner los pies en la tierra o recostarnos sobre el pasto puede ayudar a reducir la inflamación en el cuerpo, lo que a su vez puede aliviar síntomas de diversas enfermedades.

Mejora del sueño

Está relacionado con un mejor patrón de sueño y una mayor sensación de descanso.

Conectarnos a la Tierra podría ayudar a regular nuestros ritmos circadianos.

Alivio del estrés

La práctica del grounding se ha asociado con una reducción del estrés y una sensación general de calma y bienestar.

Aumento de la energía

Al recibir los electrones de la Tierra, se cree que nuestro cuerpo obtiene una dosis de energía que puede mejorar nuestra vitalidad y estado de ánimo.

¿Cómo aplicarlo en nuestra vida?

Afortunadamente, incorporar el grounding en nuestra rutina diaria es más sencillo de lo que parece. Algunas formas de hacerlo son:

Poner los pies en la tierra 

Aprovecha los momentos al aire libre para caminar descalzo sobre la hierba, la arena o la tierra.

Pasear por la playa o el parque puede ser una experiencia placentera y terapéutica.

Utilizar productos conductores

Existen productos diseñados específicamente para conectarnos a la Tierra mientras estamos en interiores, como sábanas, cobertores, almohadillas o tapetes conductores.

Disfrutar del contacto directo

Siéntate o recuéstate directamente sobre el suelo en espacios al aire libre, como un jardín o un parque, para recibir los beneficios del earthing.

En resumen, el tocar la tierra nos recuerda la importancia de volver a conectar con la naturaleza y cómo esta conexión puede mejorar nuestra salud física y mental de manera sorprendente.

Si quieres conocer más sobre este método, no dejes de leer el libro “Earthing: La conexión que falta” escrito por Clinton Ober, un pionero en la investigación sobre esta práctica.

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