Tajamar y nuestro modelo de desarrollo

El ecocidio en el manglar Tajamar es una prueba clara del desinterés e incapacidad del Estado para garantizar nuestro derecho humano a un medio ambiente sano. Es también una prueba de los grandes retos que enfrentaremos como sociedad al tratar de mitigar los efectos del cambio climático o adaptarnos al mismo.unnamed

En mi anterior colaboración les he mencionado ya lo preocupante que es tener nuestra propia Era Geológica, y que nuestros fósiles contendrán concreto. En contraste, nos enfrentamos a la visión exageradamente limitada de los tres niveles de gobierno, o de las instancias encargadas de proteger y garantizar un medio ambiente sano, así como de la supervivencia de las especies con las que compartimos el planeta, cuya respuesta ante tal atropello es: “todo se realizó en el marco de la ley”, “no había evidencia de vida silvestre en el manglar”. Ello significa que alguien está haciendo un trabajo más bien mediocre, acorde al siglo pasado, o peor aún, alguien se beneficia de alguna manera. Ese beneficio personal nos afectará a todos, sin duda.

El gran apoyo a nivel nacional e internacional ante tal injusticia es digna de admirarse, significa que hay interés en conservar el medio ambiente, en evidenciar la corrupción, en exigir mejores políticas para manejo del paisaje. Que ese interés se convierta en acciones es un poco más complicado. Y, no quiero decir que los clicks y firmas electrónicas no provocan un impacto, lo que quiero decir es que ese impacto no es suficiente porque no se traduce en acciones concretas.

Por ejemplo, hace unos días, el Centro de Ciencias de la Atmósfera de la UNAM, presentaba un estudio en donde se evidencia el impacto que hemos generado al secar la cuenca donde vivimos, “en el siglo XVI, la cuenca lacustre del Valle de México comprendía casi mil 500 kilómetros cuadrados, pero en razón de su desecamiento gradual, hoy sólo queda el 1.33%”.

Inmediatamente vino a mi mente una situación que pasó casi desapercibida por los medios de comunicación: la zona lacustre de Xochimilco, un humedal bajo la Convención RAMSAR, importantísimo para nuestra ya devastada y extendida megaciudad, se estaba quedando sin agua debido a que por alrededor de 15 días no tuvo alimentación, pues la CFE excavó de más y dañó una tubería que alimenta el lago, secando canales enteros y afectando al frágil ecosistema que aun sobrevive.

Es entonces cuando sabemos que no sólo es Tajamar, ni tampoco Xochimilco, ni sólo los cocodrilos o los ajolotes, es el concepto de desarrollo que tenemos.

*Fotos: Mexican Times

 

Vlog Consciente
Author: Vlog Consciente

Creadora de contenido interesada en promover una vida consciente en todos los sentidos.

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